Desde este verano Londres dispone de un nuevo espacio para acoger conciertos íntimos y con estilo. Se trata de la Matcham Room, situada en el interior del popular Hippodrome Casino de Leicester Square, un espacio de unas 180 localidades, distribuidas en mesas donde compartir una cena y una copa mientras se disfruta de la actuación. La Matcham Room evoca el estilo de populares espacios de Nueva York como el Café Carlyle o el Club Feinstein, así como el reciente 54 Below.

En la Matcham Room se ha establecido el ciclo de conciertos ‘Live At The Hippodrome’ que incluye actuaciones de algunas de estrellas del West End y de Broadway. La temporada de otoño ha sido inaugurada por Maria Friedman, quien ofrece del 3 al 8 de septiembre de 2012 unos íntimos conciertos con el único acompañamiento musical de Jason Carr al piano.

Maria Friedman brinda una hora y cuarto de recital, en el que el protagonista principal es el compositor norteamericano Stephen Sondheim, por el que siente devoción. La artista interpreta temas como “Another Hundred People” y “Being Alive” de COMPANY; el hilarante “Getting Married Today” -que la artista confesó haber tenido que interrumpir en tres ocasiones en su primer concierto debido a tropiezos con los cables del escenario-; así como los conmovedores “Children Will Listen” de INTO THE WOODS, y “Send In The Clowns” de A LITTLE NIGHT MUSIC. Friedman ha estado durante años interpretando el material de Sondheim, y conoce a la perfección la emotividad y el sentido que debe dar a cada canción. No en vano, el mismo Sondheim la reclama para formar parte de sus conciertos.

Entre todos estos clásicos de Sondheim, la artista británica también muestra su lado más cómico y juguetea con el público con canciones como “100 Easy Ways to Lose a Man” de WONDERFUL TOWN, musical al que también pertenece el tema “A Little Bit In Love” del que Friedman ofrece su particular versión.

Maria Friedman se muestra cercana con el público y divertida. Admite sentirse “afortunada por tener una sala como ésta en Londres”, reconoce su amor por Sondheim y explica que ahora se dispone a  dirigir MERRILY WE ROLL ALONG para la Menier Chocolate Factory. También cuenta una anécdota sobre una de sus actuaciones en el emblemático Café Carlyle de Nueva York, que según Friedman dispone de un rudimentario equipo de iluminación y sonido, lo que provocó que en uno de sus conciertos, que tuvo lugar el día después del que realizó Woody Allen al clarinete, ofreciera su recital recibiendo el foco en su vientre en lugar de en su cara; ya que se les olvidó cambiar la posición de los focos.

Friedman concluye estos conciertos en la Matcham Room con una estremecedora versión de “Somewhere” de WEST SIDE STORY y, tras los aplausos finales, vuelve a aparecer en escena con tres pelucas para mostrar nuevamente su lado más cómico interpretando “Gee, Officer Krupke”, imitando las voces de los diferentes personajes que cantan este tema de WEST SIDE STORY.

Es todo un lujo poder ver el trabajo de grandes artistas en este tipo de espacios íntimos, que permite disfrutar de ellos a escasos metros de distancia, cruzar sus miradas, descubrir sus expresiones en cada canción; y la Matcham Room y el ciclo ‘Live at The Hippodrome’ lo hace asequible a todo el mundo. En las próximas semanas actuarán artistas como Adam Guettel, Ruthie Henshall, Kerry Ellis y Judy Kuhn, ofreciendo lo que es, sin duda, una oportunidad única para descubrir el lado más cercano de estos profesionales.